"El chocolate tiene fama de ser uno de los mejores alimentos para combatir este mal [la depresion], y no sólo porque “nos haga felices”. Estudios realizados en Harvard en los últimos años han demostrado que posee una sustancia capaz de transformarse en uno de los neurotransmisores que se pierden en los estados depresivos. Dado que el consumo moderado de chocolate reconforta y llena la sensación de vacío que sienten muchas personas depresivas, se aconseja tomarlo con regularidad en dosis pequeñas, justo para que la grata sensación que deja en el paladar “se instale felizmente” en nuestro cerebro."
En ocasiones tengo la sensación de no saber si mi actuación reconforta de alguna manera a alguien. Intento animar a las personas de mi alrededor cuando las veo decaidas no porque piense que es lo que se espera de mi ni porque lo vea como una obligación...simplemente me sale. Sin embargo, observo con frecuencia que esa actitud en ocasiones no es bien recibida o bien ni siquiera es recibida, lo cual a veces es más desolador. Además me doy cuenta de que cuando yo necesito esa ayuda, algunas personas a los que en su momento ayudé no están ahí como yo esperaba.
Entonces me preguntó ¿hasta qué punto merece la pena seguir con una actitud cuando no nos vemos de alguna manera compensados o correspodidos?. Ocurre que a veces me siento "tonta". Sin embargo, la mayoria de las veces mi conclusión es que debo seguir actuando tal y como creo que debo actuar porque para mi es el comportamiento "bueno" y natural. Seguramente algún dia me de cuenta de que al final sirvió de algo. Como nos recuerda Steve Jobs (ver otra entrada), si uno actua con el corazón nunca se equivocará, al final podemos unir claramente todos los puntos de conexión a lo largo de nuestra vida.
Y en todo caso siempre me quedará recurrir a una onza...y si el cacao supera el 75% mejor que mejor. Mens sana in corpore sano.
Hasta la próxima.
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