Se me ocurren varias razones por las que brindar esta noche.
Porque estamos aquí y ahora.
Porque lo que perdimos, nos hizo realistas, y lo que ganamos,
nos hizo soñadores.
Porque cuando perdimos seres queridos fuimos vulnerables, pero
cada día que les recordamos, nos hacemos más fuertes.
Porque las heridas que no podemos olvidar nos hacen humanos.
Porque el remordimiento por el daño causado, nos enseña a no repetirlo.
Porque a veces nos sentimos solos, y en días como hoy,
descubrimos que no lo estamos.
Porque estamos aquí y ahora.
31 de diciembre de 2012.
31 de diciembre de 2012.